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La prosperidad de los emprendimientos no solamente está en el sabor

  • foodec
  • 27 jun 2019
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 2 jul 2019


Guayaquil es una ciudad que posee una gran variedad de sabores que atraen tanto a locales como turistas. Está lleno de platos típicos de la ciudad, así como de otros que, a pesar de ser originarios de distintas provincias, logran tener gran acogida gracias a su sazón. Para los clientes de grandes locales de la ciudad, que la comida tenga un sabor único y especial, es el principal detonante para que los emprendimientos gastronómicos surjan y destaquen entre los demás.


Los consumidores siempre serán una de las mejores fuentes de información para un negocio según Gustavo Moreano, ingeniero comercial, por eso es significativo platicar con ellos para conocer su satisfacción y percepción. Esto hace que el cliente se sienta parte de. Pero, si bien los compradores pueden aportar valiosas sugerencias para mejorar un emprendimiento, estas deben complementarse con los consejos de los propietarios.


Aquellos que se han arriesgado por instalar un restaurante tienen en claro que el hecho de satisfacer los paladares de sus clientes no es el único factor que garantiza el éxito, pues se requieren de otros elementos adicionales que resultan sumamente importantes al igual que la calidad del producto que ofrecen. Para ellos, cuando decidieron abrir sus negocios, no era importante contar con estos elementos o simplemente nunca se percataron de ellos, pero, conforme avanzaron en sus proyectos fueron solidificándolos.


Cazuela mixta de Casa Manaba

“Amar lo que hacen” es la frase en la que coincidieron tres emprendedores al momento de hablar sobre recomendaciones para que sus restaurantes prosperen. Xavier Escobar, Marianela Orlando y Manuel Santos, propietarios de los negocios “Pasteléate Varón” y “Casa Manaba” respectivamente, decidieron inclinarse por el ámbito gastronómico en sus emprendimientos ya que, lo disfrutan.

Para los emprendedores, amar lo que haces siempre va a ser el motor que impulsa día a día el desarrollo de un negocio. Ellos se sienten realizados todos los días, al ver que lo que un día soñaron es una realidad y más cuando no tienen que trabajar ni un día de su vida.


En el caso del primer negocio, el cual vende uno de los bocadillos más tradicionales de Guayaquil, su dueño Xavier Escobar de 36 años, se ha interesado por la cocina desde que era pequeño y se divierte preparando cualquier tipo de plato. Por eso, comenzó en esta área con un local de venta de costillas con moros y luego con el negocio de los pasteles.


Para Marianela Orlando y Manuel Santos, esposos portovejenses, sucedo lo mismo, ellos abrieron su local porque aman la sazón manaba y querían darle de probar a Guayaquil un “pedacito” de su tierra natal. Además, la mujer proviene de una familia especialista en cocina.


Cuando los clientes visitan los sitios de comida pueden identificar este factor rápidamente en el servicio. Los consumidores saben que cuando un dueño ama lo que hace, ofrece lo mejor de sí; pues atiende con amabilidad, respeto, agilidad y los hace sentir a gustos en cada momento. Un 80% de consumidores encuestados estuvieron de acuerdo con que el buen trato predomina ante la rapidez de un servicio el cual obtuvo un 20%.



También el precio de un producto y el servicio que brindan en los restaurantes son las principales características que, según los emprendedores, harán crecer un negocio, pues los clientes se fijan bastante en esos aspectos al momento de comprar. Xavier Escobar y Víctor Dueñas, fundadores de “Pasteléate Varón” y “Encebollado cuarto de libra” están de acuerdo en que atender con amabilidad y ofrecer un servicio rápido les han permitido convertirse en la actualidad en restaurantes que reciben 300 clientes como mínimo a diario. Los precios de sus productos fueron puestos pensando en los consumidores porque sus ideas eran hacerlos sentir cómodos. Xavier vende sus pasteles con aderezos como salsa de cebolla, queso, pepino, guacamole y ají, por $1, mientras que, Víctor decidió ofrecer su plato gigante por $3,50.


Cuando se les preguntó a los consumidores sobre los factores que consideran importantes en un negocio, coincidieron con lo expresado anteriormente por los dueños, pues un 90% de encuestados afirmó que toman en consideración el precio y calidad de un restaurante. Las personas comentaban que “una empresa debe poner un precio inicial asequible para toda la gente”. Un 10% consideró que la ubicación, decoración, variedad y calidad del menú son también importantes al momento de escoger donde comer. Rubén Carcelén frecuenta 1 vez a la semana el local de comida “Casa Manaba” y comentaba que la moderna infraestructura y ubicación estratégica de sus locales infieren mucho en la continua elección de sus restaurantes.



“Pero tú crees que la gente va a pagar un dólar, pero tú crees que eso va a funcionar...”, fueron algunos comentarios de los amigos de Xavier que, en lugar de crearle dudas, le dieron fuerzas para continuar con su proyecto. Para el joven propietario, la determinación y el no desanimarse por algún aspecto negativo fueron las claves que lo llevaron al éxito.


En este factor concuerda el ingeniero Moreano, quien recalca que los emprendedores son optimistas ante cualquier adversidad. Para él, las cosas requieren tiempo y trabajo pues los que no se dan por vencidos, van constantemente creando los hábitos para el éxito. Y es el caso de perseverancia de los tres negocios.


En “Casa Manaba” aunque pasaron por una situación diferente a la de “Pasteléate Varón”, aplicaron las mismas estrategias para sacar adelante su emprendimiento. Marianela y Manuel atravesaron por un tiempo duro en el que su negocio no rendía económicamente y tuvieron que despedir a algunos empleados, es decir, sus ingresos resultaban ser menores a sus gastos. La pareja manaba en un principio, al no tener claro el funcionamiento correcto de un negocio, gastaron gran parte de su capital en decoración y en contratar a bastantes personas para que atendieran el local, pero no se percataron en que debían escatimar gastos para equilibrarlos con las pocas ventas que tenían porque era nuevo el restaurante. Sin embargo, las ganas de mantener en pie su negocio hizo que pidieran ayuda a sus hijos en el trabajo y de esa forma empezaron a ahorrarse dinero.


También a ellos les ayudó a generar más ingresos, el aspecto de la innovación, pues empezaron a implementar promociones en determinados días y con ciertos productos, lo que hizo que la clientela aumente porque se sentían atraídos por los combos.


Víctor, por el contrario, no decidió armar ofertas, sino que optó por mejorar su plato estrella. Como el encebollado es un plato típico de la ciudad, existe gran oferta de ellos en distintos puntos, lo que lo llevó a pensar en un factor que los ayude a destacar del resto de locales similares. Ante ese desafío, se le ocurrió aumentar el tamaño de su producto, tal como dice su nombre “encebollado cuarto de libra”. En un principio los clientes que asistían aseguraban que era una porción gigante y en un momento llegó a pensar que esto le afectaría porque la gente ya nos los iba visitar. Sin embargo, el sabor único del plato hizo que los consumidores sean fieles a ellos y, por el contrario, aumente el número de visitas.

Frase que decora las paredes del local Pasteléate Varón

La idea novedosa para “Pasteléate Varón” fue ofertar el producto, que es famoso por venderlo en las calles, en un local cómodo y con un ambiente acogedor y “guayaco”. Con este aspecto “la gente que sale de los colegios, oficinas, trabajos va a poder tener un sitio donde compartir con sus amigos” fue el pensamiento de Xavier. A ese amplio lugar le agregó una decoración llamativa como poner en todas las paredes del local frases que las usó de pequeño como ‘acolitador’, ‘camello’, ‘cachudo’, ‘mandarina’, entre otras. Para este emprendedor el aspecto del sitio en el que vayan a comer también es significativo para los clientes, puesto que, si ven algo atractivo van a querer volver siempre.


Los cuatro empresarios tienen visiones distintas sobre lo que se requiere para aumentar el tamaño de su local, pero un tema en común queda en claro. El crecimiento de un negocio es un reto complejo para los fundadores. La prosperidad no solamente va a depender de que el restaurante venda productos con un sabor espectacular, sino al contrario, va a estar ligada a diversas claves o factores, que aplicándolos juntos van a producir grandes resultados.






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